Para resumir, pasaron varias semanas y meses en que yo la
ignoraba, no me caia nada bien y me hacia sentir incomoda, ella intentaba a
toda costa hacer bien su trabajo… Sin embargo yo sentía celos de ella, era
mucho más madura, me encantaba como se vestía y podía hacer lo que ella
quisiera y no lo que un adulto le dijera, de hecho ella era adulta.
Unos meses más tarde uno de los fines de semana que pasaba
en casa, ella me invito a ir de compras, no podía salir de mi casa porque
estaba castigada, no recuerdo bien por qué. Mi única opción de salir del
encierro era salir con ella. Fuimos a recorrer las tiendas, ella buscaba un
vestido de fiesta, todos los que se probaba le
quedaban hermosos, sus curvas la ayudaban, en cambio si yo me hubiese
puesto uno de esos vestidos hubiese parecido una niña jugando a disfrazarse de
mujer, no tenía mucho busto a mis 15 años, sigo sin tener mucho de todas
formas. Terminamos comprando un vestido negro super ajustado, y creo que vio mi
cara muerta de ganas de comprarme ropa y cosas lindas, claro en esa época no
tenía mi propio dinero si quería comprarme algo tenía que pedírselo a Carolina
o Adrian. Entramos a un negocio de ropa
interior, ella compro algunos conjuntos de ropa, cuando salimos de la tienda
ella me obsequio uno de esos, no quise aceptarlo pero me insistió, dijo que me
quedaría hermoso.
Sabrina- ¡Dale! Acéptalo o preferís ir con tu mamita a que
te compre la ropa interior, además no se parece a ninguno de los que vos tenes
Me quede en silencio mientras seguíamos caminando y mirando
vidrieras, me ofendió, sinceramente no quería aceptar un regalo asi y menos de
ella. Sin embargo me preguntaba como sabía ella que no se parecía a ninguno de
mis conjuntos de ropa interior
Yo- ¿Cómo sabes que no se parece a mi ropa interior?
Sabrina – Te he visto, dormir con tu ropa interior, además
¿quién crees que ordena tu ropa y la de Tomy?
Sentí un calor apoderándose de mi cuerpo, nunca me sentí tan
avergonzada, sentí como ese calor me subía yme hacia sonrojar. Esto fue el
primer indicio de muchos otros que le seguirían. Note como cada findesemana
ella intentaba acercars a mi , aunque ya no era para ser amigas, quizás si,
quizás las amigas normales, o las buenas amigas tienen las mismas actitudes que
ella tenía. Sabrina me hacía regalos y me recibía con ellos cada vez que tenía
la oportunidad de “cuidarme”, otro indicio fue un día que yo saldría con mis
amigas, ella insistió en que debía maquillarme un poco, estuvo encantada en ser
ella quien me maquillara. Estabamos las dos paradas, yo con mi cabeza hacía
arriba para que ella, quien era más alta que yo, pudiese maquillarme mejor. Pude
sentir su respiración muy cerca, y como sus delicadas y suaves manos
acariciaban mi rostro, me miraba fijamente, esto me daba mucha pena, claro yo
era algo timida y no le sustuve la mirada, mire hacia el suelo, aunque sus
pechos se interpusieron en mi mirada, llevaba un escote pronunciado y estaban ahí casi pegados a mi cuerpo.
Sabrina- Cuando llegues a la noche tenes que sacarte todo-
Yo- ¿Qué? – yo estaba distraída y había ecuchado bien pero
no entendí
Sabrina- Claro tenes que sacarte todo el maquillaje, si
queres yo te ayudo
Yo- ¿Hoy tampoco viene Carolina?
Sabrina- No gordi, llamo hace un rato, dijo que perdió el
vuelo y que se quedaba hasta mañana
Yo - ¿Y cómo voy a hacer? Siempre lo mismo, ojala tuviera
otra mamá- Cuando termine de decir esto
Sabrina sonrio, aunque no entendía que era lo gracioso de lo que acaba de
decir, a mi me parecía bastante trágico.
Sabrina- Yo estoy aca para cuidarte, para lo que necesites,
podes contarme lo que sea, podemos hacer lo que quieras, podes contarme las
cosas que le contarías a tu mama, no tengas vergüenza de mi
Me quede en silencio, sus palabras por primera en mucho
tiempo me hicieron sentir querida y cuidada.
Tiempo después salí del colegio ya que había una semana de vacaciones, estuve con Adrian y con Carolina toda la tortuosa semana, ellos me retaban por todo y a su vez sus tratos me hacían querer rebelarme.
Tiempo después salí del colegio ya que había una semana de vacaciones, estuve con Adrian y con Carolina toda la tortuosa semana, ellos me retaban por todo y a su vez sus tratos me hacían querer rebelarme.
Adrian- Paula no seré tu papá pero estas a mi cargo y tenes
que respetarme, si te pido que hagas o dejes de hacer algo, tenes que hacerlo
Yo- ¡No quiero ir a una estúpida cena de adultos, es
aburrido y estas son mis vacaciones! - Grite mientras cerraba la puerta de mi
habitación con toda la fuerza posible, escuche que Adrian murmuraba algo en el
pasillo y su voz se alejaba. Carolina entro a mi habitación sin golpear
Carolina- ¡Paula! ¿Es mucho pedir que seas respetuosa y que
nos hagas caso? Si esta situación sigue así vamos a…- La interrumpí
Yo- ¿Qúe, qué vas a hacer, vas a internarme en un colegio?
Te cuento que eso ya lo hiciste hace mucho tiempo y que no es un castigo, es
mucho mejor que estar aca-
Carolina – Listo María Paula, esto es todo, pasaste el
límite, si la pasas mejor en el colegio, no te voy a torturar, hace el bolso
que te llevo de nuevo.-
Empecé a hacer mi bolso, había metido la pata, no quería
volver al colegio pero tampoco quería estar en mi casa. Terminaba de hacer mi
bolso y Carolina volvió
Carolina- ¿Vas a pedir disculpas o te llevo? Aca tengo las
llaves del auto.-
Cerre mi bolso y me diriji a la puerta del departamento y
Carolina estaba por tomar su cartera, entonces yo Sali corriendo de mi casa,
baje por las escaleras, lo hice porque no quería ir en el ascensor con ella, no
quería verle la cara. Estaba bajando al punto del llanto y cuando llegue a
plata baja Sabrina estaba ahí.
Sabrina – Hola Pauli, ¿estás bien? ¿Qué te pasa?
Yo no emití sonido alguno, segui caminando hasta la puerta
del edificio sin pensar en nada, solo en la bronca que tenía
Sabrina- Paula te
estoy hablando ¿Qué te pasa? ¿Adónde vas con ese bolso?-
Detrás de mi sentí como se acercaba a mí a pasos apurados, y
sentí que me tomaba del brazo con fuerza, me acerco a ella y me hizo apoyar mi
cabeza en su hombro, no pude contener mis ganas de llorar y me sentía
totalmente estúpida llorando delante de ella. Escuche el ascensor llegar,
Carolina salió de él.
Carolina – Ay Sabri! Hola querida, gracias por retenerla,
dale Paula subamos, vamos a hablar.-
Yo- ¡No quiero, quiero que me dejes en paz!.-
Sabrina – Caro, ¿ la puedo llevar a casa? Somos amigas
nosotras, yo la voy a calmar un poco y después va a tu casa.-
Carolina.- Te salvaste, anda a su casa dale y mejor que
vengas en un rato a casa y que estés calmada.- Dicho esto ella subió de nuevo y
nosotras nos quedamos en el palier del edificio
Sabrina- ¿Vamos bebé?
Yo- ¡No! Estás loca, no quiero irme a tu casa, quiero irme
lejos de esta mina, lejos de toda esta basura
Sabrina – Bueno sabes que subamos mejor.- Dijo mientras me
tomaba del brazo y me tiraba hacia el ascensor
Yo – Ok, pero soltame-
Fui a su casa ya que no quería ir llorando por la calle,
además no tenía dinero como para ir a ningún lado.
Sabrina – ¿Vamos dale, que paso? ¿Lo mismo de siempre no?- Yo asentí con la cabeza y veía que ella tomaba mi bolso, lo abrió y comenzó a sacar mis cosas.
Sabrina – ¿Vamos dale, que paso? ¿Lo mismo de siempre no?- Yo asentí con la cabeza y veía que ella tomaba mi bolso, lo abrió y comenzó a sacar mis cosas.
Yo - ¿Qué haces? – Dije en mal tono debido a que me
sorprendí.
Sabrina- Te vas a quedar a dormir conmigo, yo la voy a
llamar a tu mamá y le voy a avisar.- Puse cara de desconcierto y me pare para
tomar mis cosas e irme, pero ella me impidió tomar mi bolso.
Sabrina-¿Te tenes que quedar, o ¿Queres volver a tu casa y
que encima te dejen castigada?
Nege con la cabeza, y vi como ella sacaba mi ropa, y mis cosas del bolso.
Nege con la cabeza, y vi como ella sacaba mi ropa, y mis cosas del bolso.
Sabrina- Veni dale, sentate acá así charlamos.- Dijo señalando
sus piernas ¿quería que me siente encima suyo? Me pareció extraño pero bueno
que más daba. Me senté sobre ella y me hacía preguntas me hablaba , no puedo
recordar que decía ya que no estaba
prestando atención, estaba distraída con el hecho de que ella acariciara mi
rostro y mi cabello. Que mal que me sentía, que vergüenza llorar delante de
ella y ahora dejar que me cuide y me consuele como si yo fuera una niña de 5
años.
Continuará…
es bastante interesante tu blog, te seguire para que mis poquitos suscriptores puedan leerte tambien
ResponderEliminarGracias! que amable, me alegro que te resultará interesante
ResponderEliminarinteresante historia a ver que pasa luego...saludos
ResponderEliminar¿Cómo te sigo? No encuentro el botoncito!
ResponderEliminarbuenisimaaa jaja interesante!!!! ya quisiera tener una yo!!
ResponderEliminar