Esa noche después de que pasara todo aquello estaba en
shock, no tanto por como sucedió todo sino porque en parte me había gustado, me
había encantado y no podía creer que una mujer me hubiese provocado eso. Me
bañe y mientras me veía a mi misma desnuda pensaba una y otra vez en lo que
Sabrina me hizo y revivía el momento con una mezcla de asco, shock y asombro,
termine y volví a mi habitación, Sabrina ya no estaba, estaba en el living
seguro o en algún lugar de la casa, un rato después me envía un mensaje de
texto preguntándome si podíamos hablar, le respondí que si y dos segundos después
estaba nuevamente en mi habitación nuevamente.
Sabrina -¿Puedo pasar? –
Yo- Si, pasa – necesitaba hablar con alguien de lo que me
estaba pasando y la única persona con quien podía hablarlo era con ella
S- ¿Estás bien o estas asustada?
Yo- Estoy bien – dije sin mirarla aunque no era cierto,
no la mire ya que sentí vergüenza de
estar a centímetros de alguien que me había visto desnuda y tocado mis partes más intimas
S- ¿Sabes por qué lo hice? – Sin esperar mi respuesta-
S- Lo hice porque me gustas hace mucho tiempo y porque a vos
te gusto lo que te hice
Yo - ¿Vos qué sabes si me gusto, cómo podes saberlo? – dije algo
indignada
S- Yo te vi y te sentí, te toque y estabas mojada, sentirte
mojada me descontrolo-
Yo- ¿Qué tiene que ver eso? ¡Además vos sos mujer!-
S - Que estuvieses
mojada tiene mucho que ver y que yo sea mujer no tiene nada de malo-
Yo seguía sin entender, de hecho creía que ella era la que
no me entendía a mi, creo que mi cara delataba mi confusión
S – Te puedo mostrar de nuevo, así comprobas que sí te
gusta- dijo acercándose a mi oído y rozando mi cabello con su mano –
Esa sensación de sentirla tan cerca, con sus movimientos tan
suaves y su respiración era una combinación que me gustaba, nunca había estado
tan cerca de alguien, bueno en realidad si pero nunca había sentido lo mismo al
estar tan cerca de un chico.
Yo- No, quiero estar sola- dije mientras corría mi rostro y
mi cuerpo hacía atrás.
Sabrina- ¿Queres que me vaya? - Yo respondí que sí con un gesto
S- Ok, me voy pero vos perdes toda ventaja, de ahora en más
si tu mamá no te deja salir o hacer algo yo tampoco te voy a dejar, y mejor que
te portes bien conmigo-
Mientras ella decía todo esto, yo no la miraba, buscaba algo
de ropa para ponerme y me dirijia al pasillo dándole la espalda para alejarme
de ella.
S- ¿Adónde vas?- dijo cuando sorpresivamente me tomo del
brazo
Yo- A cambiarme – dije amablemente porque me di cuenta que
estaba enfadada, era lo que yo busque con mi actitud, hacerla enfadar, pero me
dio algo de miedo hacerla enfadar aun más
S- No te vas a ningún lado, te quedas aca en tu habitación y
mejor que no salgas hasta que vuelva tu mamá yo me voy a quedar en el living.-
Simule que no me importaba nada de lo que ella dijera y me
quede en mi habitación, no pude entender por qué me trataba así, yo le gustaba
pero también me trataba así de mal.
Al otro día cuando me desperté ya estaba mi familia en casa,
nos fuimos a la casa de campo, en todo momento sentí ganas de contarle a
Carolina lo que había sucedido y que le dijera a Sabrina que no volviera nunca
más a mi casa, pero no pude, me daba vergüenza contarle algo así a ella, además
no era una historia creíble, Sabrina parece una chica genial, hasta casi es
como una amiga de mi madre.
Nuevamente una tortuosa semana más en el colegio pasaba y yo
sin poder contarle a nadie mis problemas, no creí que ninguna de mis compañeras
pudiese entender algo asi, quizás se asquearían porque estuve con una mujer, quizás
no sabrían que decirme y eso hubiese sido incomodo para mi, opte por no contar
nada a nadie. Esa semana tenía que ir al
dentista el viernes por la mañana, así que la niñera de mi hermanito me fue a
buscar, los días de la semana lo cuidaba otra persona, fuimos al dentista y al
salir me llevo a casa en vez de volver al colegio para tomar el resto de las
clases. Luego del mediodía la niñera se fue y vino Carolina, ella llamo a
Sabrina, en ese momento yo estaba casi totalmente decidida a contarle, aunque
no pude. Cuando Sabrina vino desde el comedor las escuchaba a ella y a mi madre
hablar como si fuesen amigas de toda la vida.
Carolina- Si yo tengo 2 reuniones más y después vamos a
cenar con Adrian, es una cena para recaudar fondos
Sabrina- Si, en serio Caro no se preocupen que yo me quedo
con ellos, además con Pauli la pasamos genial-
Carolina- Gracias sos una divina, nos vemos más tarde
entonces-
Luego se despidió de mi y se fue.
Sabrina- Bueno bebita nos quedamos solas, ¿qué queres que
hagamos hoy?
Yo- Nada, nose, me voy a mi habitación-
S – Espera, veni quiero que hablemos-
Yo- no quiero hablar con vos-
S- Deja de esquivarme, no me tengas miedo- Me agarro la mano
y me arrastro hasta el sillón sentándome sobre sus piernas-
S- ¿Tenemos que terminar lo del otro día sabes?-
Cuando dijo esto ella me beso la nuca ya que yo estaba dándole
la espalda, sentí sus manos entrando por debajo de mi camisa, yo se las
corrí y insinúe con pararme.
S- ¿Qué pasa bebita, no te gusta? No sentís como te mojas
ahí abajo
Yo estaba totalmente quieta, una parte de mi me decía que me
quedara ahí para disfrutar y mi otra parte me pedía que me levantara y me
fuera. Asi que me pare pero me quede ahí, ella se paro y me beso en la boca, yo
no le respondí el beso deje mis labios cerrados asi que sus besos se dirijieron
a mi cuello. Toco mi cola por encima de la pollera del colegio y luego la
desabrocho, de un momento a otro yo estaba en ropa interior y camisa, me volvió
a sentar sobre ella pero esta vez quedamos cara a cara. Intento besarme
nuevamente, esta vez mi cuerpo me dijo que la besara y lo hice, ella se
aferraba a mi me agarraba la nuca y con su otra mano mi espalda. Sin dejar de
besarnos ella me recostó sobre el sillón, se sentó a mi lado y me miro.
S- Me encantas, vas a disfrutar esto bebita, solo tenes que
hacer lo que yo te diga y la vas a pasar muy bien- Decia esto mientras desabrochaba mi camisa y ponía
sus ojos fijos en mis pechos. Rozo y acaricio un poco mis pechos mientras los
miraba, y miraba todo mi cuerpo, lentamente su mano se dirigió hacia mi abdomen
y hacía mi vagina, introdujo uno de sus dedos debajo de la tela de mi ropa
interior y movía el dorso de su dedo acariciando mi vagina, su dedo estaba piel
a piel con mi vagina.
S- Párate bebé, quiero verte desnuda- dijo tomándome de la
mano
Yo- No, así estamos bien ¿ no?
S- Vos haceme caso, tenes que estar desnuda para mi-
Ella me bajo mi ropa interior y se arrodillo frente a mi, me
beso allí, en mi vagina mientras acariciaba mis nalgas.
S- Muy bien chiquita, mira lo hermosa que sos, toda esa ropa
me impedía verte-
En parte me sentía halagada y en parte muy avergonzada de
estar desnuda, no sabía que hacer en esta situación, o que decir, como
reaccionar. Sabrina tomo mi mano y la movió hasta uno de sus pechos, ella no
llevaba brasier. Podía sentir sus pezones a través de su camiseta. No dejo un
segundo de mirar mi rostro mientras yo tocaba sus pechos, es decir mientras
ella me hacía tocar sus pechos. Por un momento me olvide de estar desnuda y de
todo lo demás tocar sus pechos, jamás me hubiese imaginado a mi misma haciendo
algo asi.
S- Ahora quiero que te acuestes en el sillón-
Continuará….
:) continua
ResponderEliminarme encanta.. me atrapa
ResponderEliminaresta ...que te saca los colores, muy buenna tu historia.
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