jueves, 1 de noviembre de 2012

CAPITULO 6


Sabrina - Dale no me mires así quiero que te acuestes ahí y hacerte disfrutar-
Me recosté en el sillón de mi living, algo dudosa de lo que estaba pasando, en mi interior sabía lo que iba a pasar, ella acaricio todo mi cuerpo, mis pechos, mi abdomen y beso mis piernas mientras bajaba sus manos hasta mis piernas, las abrió muy lentamente y sentí como su mirada obtenía un primer plano de mi vagina. Dejé de observar lo que hacía, mire hacia arriba sin pensar en nada, sentí como con una de sus manos abría los labios de mi vagina. Yo sentía que ya estaba, que la peor vergüenza era estar desnuda frente a ella y estar así de expuesta pero intentaba que no me importara porque me gustaba como se sentían sus manos en mi cuerpo, si ponía mi mente en blanco y me olvidaba de la circunstancias de la situación, lo que me hacían sentir sus caricias me encantaba.
Algo que nunca había sentido un movimiento extraño en mi vagina me genero una sensación genial, pose mis manos en su cabeza, no sé si lo hice para hacer que parara o para que no alejara su cabeza de allí, No estoy segura si ella me excitaba o sólo me excitaba lo que me hacía. Sonó el timbre de mi casa, había alguien ahí en la puerta y ella seguía con su cabeza en mi vagina pero yo la empuje, me asuste que fuera la empleada que trabajaba en mi casa y abriera con su llave o algo así. En realidad el timbre me trajo de nuevo a la realidad, y volvió a sonar así que me levante y fui al baño. Sabrina preguntó quién era, era una vecina amiga de Carolina (mi mamá) no se bien que quería, cuando se fue salí del baño Sabrina se acerco a mí e intentó besarme. Me pareció algo desagradable no solo porque me había chupado la vagina previamente si no también porque yo no era su novia ni nada como para que me estuviese besando. Me miro de arriba abajo y acaricio mis pechos por encima de mi brasier.

S- ¿Sabes que todavía no terminamos no? Ahora nos interrumpieron pero ya lo vamos a hacer bien y te va a gustar.
La mire y no dije nada, yo era como un robot que se dejaba hacer todo lo que ella quisiera, no me gustaba nada estar en esta posición, pero era  como si el placer que me provocaba fuese la herramienta de su extorsión.
S – Anda a bañarte y arreglate antes de que llegue tu mamá
Yo lo iba a hacer de todos modos, pero fui a bañarme y ella seguro pensó que lo hice porque ella me lo dijo.


Los días siguientes pensé mucho en lo que me había pasado, y decidí ponerme firme y no dejar que algo asi volviese a pasar por más que me gustara y lo disfrutara, no quería hacer esas cosas con ella, no quería. Una de esas tardes en mi casa que me tocaba quedarme con ella, yo actuaba indiferente, como si nada hubiese pasado y volví a ignorarla, le hablaba lo mínimo e indispensable. Escuche que me llamaba estaba en el living.

S- ¿Qué haces? ¿Ya terminaste con las tareas del colegio? -
Yo – No, no terminé –
S – A ver tráeme las cosas quiero ver cómo vas –
Yo – Voy bien, si necesito tu ayuda te aviso. – Dije esto yéndome hacía mi habitación nuevamente
S – Estas haciendo las cosas mal, no te conviene tenerme en tu contra, es mejor que me hagas caso.-
Yo me fui a mi habitación sin hacer caso a sus advertencias, no quería estar cerca de ella porque sabía que en cualquier momento ella haría una de sus jugadas para besarme, manosearme o desnudarme.

Al día siguiente, fue domingo y mi familia estaba en casa, el novio de mi madre vino a despertarme para avisarme que me preparara para salir a almorzar. Enseguida entró mi Carolina a mi habitación, me dijo que cuando volviéramos íbamos a hablar. No tenía idea de qué.

Carolina- ¿Qué paso ayer? Te escucho –
Yo- ¿Qué pasó con qué?-
C- Paula te estoy dando la oportunidad de que vos me lo digas –
Yo- No se dé que hablas, me puedo ir, quedé  a juntarme con mis amigas-
C – No vas a ir a ver a tus amigas, sabes muy bien que ayer te comportaste muy mal y esta semana me llamaron para avisarme que no asististe a algunas clases, ¿Te pensas que soy idiota?
Yo – Falte a las clases porque estaba cansada y no sé qué te dijo Sabrina de ayer pero es cualquiera-  
C- Le contestaste mal, hiciste lo que quisiste, sos una insolente, sabes qué no tengo ganas de lidiar con tu insolencia, el fin de semana que viene te quedas en el colegio y mejor que te pongas al día con las clases que faltaste –
Tenía ganas de insultarla, a ella y a Sabrina que le hablo mal de mí, aunque ni valía la pena decir que ella mintió porque haber faltado a las clases era motivo suficiente para castigarme. De todos modos estar en el colegio era menos castigo que estar en mi casa. Pero eso no era todo, Sabrina iba a complicarme la vida aun más.


Continuará…